Cansados y felices, cerramos un nuevo capítulo de Tierras de Fantasía con la culminación de las III Jornadas de Rol y Juegos de Mesa de Huelva. Han sido semanas muy agotadoras, con una conclusión que nos ha dejado sin aliento a algunos, mientras que otros incluso han caído malos al poco. Vamos, uno tiende a pensar que ha sido premeditado y todo.
Estamos muy contentos con el resultado. Lo de estas jornadas ha sido bastante satisfactorio: hemos aumentado el número de participantes, hemos acertado con las fechas y han sido precisas nuevas ampliaciones de actividades para el año que viene. Es esto lo fundamental para seguir creciendo, como bien sabéis. Por si fuese poco, hemos tenido visita sevillana de nuestros compañeros de la Asociación El Dirigible, a los que saludo con afecto. Tuve una breve charla que espero alargar en sus jornadas, y mi impresión para con ellos fue de un agrado mayúsculo. Ya os digo que incluso me hicieron una entrevista, que escucharemos en el próximo podcast de Lo que diga el Máster (aunque lo importante es la entrevista a Pedro J. Ramos; seguro que no tiene desperdicio).
Voy a pasar a dar algunas cifras y conclusiones. Y como soy justo y menos político de lo que muchas personas cercanas se piensan, además de un ser honesto, voy a incidir en los fallos que, a mi juicio, se han planteado. Porque de sabios es aprender y enunciar nuestros errores.
Teníamos este año una nueva y exitosa forma de trabajar con los asistentes: el Pasaporte Tierras de Fantasía. Este era un documento con un número que identificaba al participante en las actividades; cuando realizabas un número de estas, optabas a un sorteo (lo de la carta con el número es algo que mi buen tesorero Jose y yo cogimos de las Ludo Ergo Sum; espero que perdonen y agradezcan nuestra emulación). De esta manera, tenemos inscritas casi 120 personas en el mismo. Contando con que más de la mitad vinieron dos días y casi un tercio los tres días, eso aumenta exponencialmente el número de asistentes. Pero claro: muchos se negaron o no fueron avisados de esto por circunstancias varias (era voluntario), de forma que no negaré que unas cuarenta o cincuenta personas estuvieron en las jornadas más de un día, realizando actividades, sin pasaporte. En estimaciones oportunas y con la debida cautela, aventuramos que tuvimos unos 350 asistentes durante todo el fin de semana.
Los torneos de juegos de mesa vivieron del famoso ensayo-error. Los juegos clásicos en nuestros torneos, apuestas seguras, rondaron e incluso superaron la veintena de participantes. Otros se quedaron en la quincena. Algunos, que serán sustituidos, no tuvieron el éxito esperado.
Donde más brilló nuestro fallo de previsiones fue en las partidas de rol, que se desbocaron, e incluso yo personalmente tuve que hacer alguna extra. Una vez pasadas las jornadas, nos sentimos algo apenados por no haber ofrecido en su momento una mayor visión de conjunto, pero os aseguro que no lo preveíamos. Alguno ha mencionado por ahí que eran menos partidas que el año pasado. No. Eran las mismas. Pero ha existido una demanda mucho mayor, eso es todo. Para el año que viene, crearemos el turno de mediodía y aumentaremos bastante el número de estas.
Claro, esto nos lleva a pedir más colaboración de nuestros socios, que deberán sacrificar un poco de su tiempo para ayudarnos con algo que chupa mucho tiempo de las jornadas. A su vez, en vez de traer un solo invitado (del que ahora hablaremos), lo ideal sería intentar convencer a un par de estos. Que realicen partidas y estén con nosotros disfrutando el doble también nos ahorra esfuerzo. Veremos si es posible, aunque yo apuesto que sí.
El invitado de este año, Pedro J. Ramos, sumó un lleno absoluto en todas sus partidas. Pero lo que más sorpresa me dio de todas las jornadas fue ver a 26 personas escuchando su ponencia sobre cómo dirigir. Vamos, lo nunca esperado. Incluso hubo un par de ellos que me dijeron que solo habían venido expresamente para escucharla. Me alegra que nuestros compañeros sevillanos la grabasen. Estuvo muy bien.
Los ReVs son otras de nuestras asignaturas pendientes. Las franjas horarias son excelentes y creo que deben repetirse: por las noches. Sin embargo, en vez de hacer uno cada una de las noches, habría que hacer un par de ellos a la vez. Es necesario por el número de personas que lo solicitan y porque es más manejable trabajar de esta forma para los directores.
Uno de los errores fue, sin dudarlo, el tema del Concurso Crea tu Héroe. Poner una ambientación de terror no ha llamado a nadie, y quizás sea oportuno cambiar el formato del concurso, para en vez de dar una ambientación concreta, aludir a otras cuestiones biográficas (por ejemplo, debe portar pistolas como armas, es un orco, no sabe quiénes son sus padres, etc.) Más ambigüedad para animar a la gente a escribir podría ser una buena idea. El Festín de Microrrelatos si tuvo un gran éxito y lo repetiremos.
La recaudación de la asociación ha sido excelente. Se han vendido menos boletos que el año pasado, pero no con un margen destacable. La comida sí precisará una inversión mayor para las postrimerías del año que viene. Las fechas han sido, a mi entender, magníficas, pues nos ha permitido abrir un viernes mañana, siendo esto de un éxito apabullante. Yo repetiría el año que viene en la festividad de Semana Santa, pero ya veremos.
Como veis, he ido dando pinceladas sueltas. Esto lo hago con idea de que no resulte muy carca, la verdad. Personalmente, no he podido disfrutar mucho de las jornadas, pues entre que he estado malo y ocupado a todas horas, no me ha dado tiempo de pasarlo bien. Pero otros lo han hecho, y para el año que viene, espero que resulte incluso más sencillo. Es una cuestión de mentalizarse y saber hasta dónde puedes dar. Más allá de ese límite, simplemente, no es necesario esforzarse.
Más que subiros fotos, os voy a dejar con dos álbumes de fotos. Las hay buenas y horrorosas, pero eso es lo de menos. Lo importante es ver la diversión en el rostro de nuestros asistentes, pues una vez ha pasado todo, es con lo que te quedas: