¡Buenos días, queridos lectores!
Aquí una de las vocales de nuestra Asociación (que se note
la presencia femenina en el mundo del rol). Cassiopea a su servicio, para
arrancar con una nueva sección del blog. En este caso trataremos algo que siempre hemos intentado promover desde que creamos TdF: la literatura.
Nota: Aunque no voy a incluir spoilers en este rincón (avisaré antes en caso de que aparezcan), sí pienso tratar temas que aparezcan en las obras y hablar sobre ellas con total tranquilidad. Leer o no, queda a vuestro criterio =)
Para iniciar nuestro rincón de
lectura, he decidido arriesgarme con la reseña de un libro que está en boca de
todos los consumidores de literatura fantástica. Una obra que ha sido aclamada
por la crítica y puesta al nivel de genios como Tolkien o Martin. Sin más
dilación: Patrick Rothfuss y El nombre del viento (primer libro de la
trilogía Crónica del Asesino de Reyes). El archiconocido periódico The
Times predijo que se convertiría en un clásico. Pero de todos es sabido que la
crítica periodística no es muy fiable, pues se mueve de un lado a otro azotada
por los vientos del mercado y las ventas. Así que… ¡comprobemos si merece la
pena!
Tras una bonita cubierta, nos
topamos con más de 800 páginas que narran la historia de Kvothe, que se hace
llamar Kote el Posadero. Tras toparse con el Cronista, este le pide que le
cuente su historia y nuestro protagonista accede, siempre y cuando sea en tres
días. El primer volumen de la trilogía se corresponde al primer día de
narración. Huelga decir que el resumen que eligieron para el libro no podía ser
peor. Me tomo la licencia de copiar y pegar aquí, para los despistados.
“He robado princesas a reyes agónicos. Incendié la ciudad de Trebon. He pasado la noche con Felurian y he despertado vivo y cuerdo. Me expulsaron de la Universidad a una edad a la que la mayoría todavía no los dejan entrar. He recorrido de noche caminos de los que otros no se atreven a hablar ni siquiera de día. He hablado con dioses, he amado a mujeres y he escrito canciones que hacen llorar a los bardos.Me llamo Kvothe. Quizá hayas oído hablar de mí.”
Además de pintar al protagonista
como un semidiós digno de las más grandiosas proezas de una épica partida de
D&D, el dichoso resumen nos cuenta cosas de la trama que no debería. Qué
manía con adelantarnos todo lo que va a suceder. Cuando Kvothe llega a Trebon,
ya sé que va a terminar quemándola. Cuando Felurian aparezca, ya sé que por muy
terrible que sea, conseguirá sobrevivir sin ningún tipo de tara. Editores, ¿cuándo
aprenderán a hacer resúmenes concisos y llamativos sin tener que estropear la
diversión a los lectores?
Pero no más distensiones. Una vez
comienzas a leer, cuando te sumerges en el libro y vas introduciéndote en la
historia y los personajes, te das cuenta de una cosa. Te ha hechizado. No sabes
cómo ni cuándo, pero la prosa fluida de Rothfuss resulta absorbente. Sus descripciones
llegan a ser casi líricas sin caer en pedanterías. Exceptuando quizás esos
breves interludios, en los que Kvothe se sale de su narración en primera
persona para volver al presente, a la taberna, donde se desarrollan ciertos
acontecimientos. Esos momentos rompen bruscamente la historia de su pasado. Aún
así, su narrativa me ha resultado excepcional, y tengo que mencionar también el
trabajo de la traductora, que ha sabido captar la esencia de la obra por completo. Y transmitirla.
Kvothe, el bardo del Eolio |
Hay quien ha acusado a Rothfuss
de que el protagonista es demasiado perfecto. Una inteligencia muy superior a
la media, una habilidad sin igual para la música, su carisma natural… Sin
embargo, mi pregunta es: ¿y qué? Kvothe es el Asesino de Reyes. Un personaje
del que no sabemos prácticamente nada, excepto sus comienzos en la vida y su
adolescencia. Obviamente Rothfuss podría haber elegido contar la apasionante
vida de una mendiga cualquiera de Tarbean. Pero no lo hizo, y no creo que nadie
prefiera leer una historia anodina a una apasionante. Quien no busque fantasía
épica (ojo, no en el sentido épico de El Señor de los Anillos), que vaya a leer
Oliver Twist. Es cierto que el protagonista tiene una buena cantidad de
virtudes; pero también defectos que le hacen meterse en líos constantemente. Y
además, Kvothe está rodeado de otros personajes, tanto o más fascinantes que
él. El entrañable Sim, siempre dispuesto a echar una mano; Abenthy, su mentor,
quien guarda secretos más allá de la simpatía; la misteriosa Denna. Y mis
favoritos: Auri, la extraña chiflada que trae rayos de sol en botes. Elodin, el
maestro nominador. O Devi, sin pelos en la lengua y un oficio realmente
aterrador.
¿Y los Chandrian? Para mí, lo
mejor de todo el libro. Su presencia es constante en la novela, y cuando llega
el final nos damos cuenta de que no sabemos nada sobre ellos en realidad. No
han aparecido explícitamente (sin contar esa primera “toma de contacto” de
Kvothe); pero parecen estar ahí como algo latente. Siniestros, ocultos en las
sombras. ¿Qué son los Chandrian? No son simples demonios. Han ido borrando su
rastro a lo largo de la historia, ¿por qué? Este misterio será uno de los
principales hilos de la trilogía.
Los Cuatro Rincones de la Civilización |
Otro punto que tengo que resaltar
es la ambientación, a pesar de no tener la amplitud y la profundidad de otras
sagas. Ese mundo medieval con toques de magia tiene su encanto (remarco: un
concepto de magia realmente novedoso para mí, sin magos y hechiceros al uso). En
concreto, la Universidad, donde se desarrolla gran parte de esta novela. Un
pequeño universo bien delimitado, donde todo parece intensamente real y bien
estructurado. Sin duda, un elemento original para introducir en cualquier
partida rolera de temática fantástica.
Para no enrollarme más, en líneas
generales me ha parecido una buena novela. Tiene todo aquello que necesita una
obra de esta temática de fantasía (excelente ambientación, intrigas y
personajes misteriosos, magia, amor, muerte, música), y como dije antes, la
narración es intachable. A mí me ha gustado. Me ha merecido la pena leerlo; he
de decir que me enganchó y devoré las páginas en pocos días. ¿Un clásico al
nivel de Tolkien? Pues no sé yo qué decir. Siempre he pensado que comparar a
Tolkien con otros escritores es algo arriesgado. Palabras mayores. ¿Una buena
novela, inusualmente brillante dentro de este género? Sí, tres veces sí.
Nota: 8. Muy recomendable.
Lo mejor: Personajes originales. Un excelente dominio de la palabra por parte de
Rothfuss. Los Chandrian. El autor es rolero y un frikazo (para más datos, consultar Google Imágenes).
Lo peor: Los interludios que
cortan en cierto modo la narración. A veces quería que terminasen para que
continuara la historia central.
¡El mes que viene, más!
Cassiopea.
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