Conclusiones Tierras de Nadie

El título es engañoso: antes de nada, tengo que decir que solo estuve la tarde del jueves en estas flamantes jornadas. De manera que lo comentado aquí es algo puramente subjetivo y prendado de mis impresiones sobre el primer día: lo que pasase después, o cómo se organizase, no está sujeto a mis reflexiones. 

Empezaré por el principio: llegamos al lugar en cuestión rápidamente y sin pérdidas desde Huelva, pues aunque el destino de mis minivacaciones era Granada, decidimos programarlo todo para que el jueves pasásemos un buen día en Mollina ganando EXP para las jornadas que celebramos en Huelva la semana que viene. Me venía bien, como coordinador supremo de estas, observar cómo se estructuraban y se desarrollaban unas jornadas tan grandes. 

Nuestra hora de entrada en recepción fueron exactamente las 15:45 h. Nuestra entrada en el recinto, 16:30 h. Exactamente 45 minutos nos llevamos en Recepción, y aquí viene mi primer comentario: había poca gente para la cantidad de visitantes que llegábamos. Todo era brutalmente lento, y entiendo que el jueves sea así por ser el primer día, pero también comprendo que se debe ser previsor con ello: cuatro ordenadores, dos para partidas, dos para recibir tanto a visitantes como a residentes. Todos los residentes tenían algún tipo de primicia cheta que les llevaba a pasar delante de nosotros en la cola, algo que sinceramente no comprendo: cuando nos tocó, después de un rato esperando, no había pegatinas para visitantes, por lo que tuvimos que esperar de nuevo lo más grande a que las trajeran. Todo esto mientras los residentes entraban. Teniendo en cuenta que cada residente además se llevaba mucho tiempo para comprobar datos y demás (algo que me parece normal), el problema era la poca gente que se encontraba ese día allí. Todos estaban saturados, nosotros medio mosqueados, y así las cosas mal empiezan. Cuando por fin nos dieron nuestras tarjetitas fuimos a apuntarnos a algo. Habían pasado más de 30 minutos. Todo pillado excepto una plaza en la partida de Truco Muerte bajo el hielo (Nsd20) de la que luego os hablaré: el tema de las plazas era una locura.

En esa espera tuve la suerte de ver a Pedro J. Ramos y saludarle, hablando con él brevemente. Tengo que decir que si lees esto, Pedro, tenemos pendiente una foto y una firmilla de Eyes Only. La verdad es que tenía muchas ganas de jugar Por un puñado de joyas, pero entre que llegamos algo más tarde de lo que pensábamos y que Pedro tenía en su partidaa 8 jugadores para 4 plazas, ya os podéis imaginar. Luego a las ocho la partida habría terminado y no lo ví por ningún lado, cosa normal.

Tras este pequeño ambaje, yo seguía confiando en que esto sería un desabrupto incidente sin importancia, y fliparía con lo que vería dentro: así fue. Las TdN son simplemente indescriptibles. El recinto, las infraestructuras, la cantidad de organizadores...la cantidad de rolero por metro cuadrado es impresionante. Gente de toda España reunida con un único fin que todos compartimos: demasiado. Será que yo aunque llevo mucho jugando a rol todavía no he ido a muchas jornadas, pero os aseguro a los que no hayáis ido que eso es otro nivel. Yo no sé si serán las mayores de España, pero seguro que están entre los tres primeros puestos: por la cantidad de gente, por lo genial que está todo, por el propio CEULAJ, que servía de forma perfecta a su objetivo.

En mi periplo, decidí darme una vueltecilla por las mismas antes de jugar mi partida, de media hora escasa. En ese tiempo pude charlar brevemente con Jesús Torres, de Jugamos Todos, al que tuve el placer de escuchar en una conferencia el año pasado en Huelva y con Fran, de Mentes Hexagonadas que iba como organizador con la susodicha asociación. Me alegré mucho de verle por allí; fue el que más me animó a pasarme por las mismas, y finalmente solo puedo darle la razón con todo lo que ví allí. La parte de los juegos de mesa era impresionante; la ludoteca, innombrable. Estuve viendo cuando volví imágenes del torneo de Colonos: menuda cosa más cheta.

Mientras mis colegas seguían viendo el recinto y marchaban a los videojuegos y tiendas, tengo que comentar otra cosilla. A las 19:00 h fue la Presentación. Tras esta, según me comentaron mis compañeros de viaje, cerraron el recinto de consolas y tiendas. ¿Por qué tan temprano el jueves? Me quedé con las ganas de poder echar un vistazo a todas las consolas antiguas que tenían montadas por allí y de las que soy particularmente aficionado coleccionista. También a las tiendas, y es que me había llevado dinero para comprarme algo. Menos mal que David me compró unos dados guapísimo para Aquelarre y al menos no me fuí con las manos del todo vacías: pero me quedé con una sensación de desilusión bastante grande, teniendo en cuenta que no comprendía como es que ese lugar cerraba tan temprano y porque no lo avisaron de alguna manera.

Bien, ahora solo me queda hablar de las partidas de Rol: cuando paseaba por el recinto me quedé un ratito corto contemplando El Concilio de Elrond, partida de ReV. Lo que pude ver me dejó impresionado: de nuevo viene mi inexperiencia con esta tipología rolera, pero teniendo en cuenta la cantidad de ReVs que se iban a montar durante todas las TdN solo pude suspirar por no haber estado allí todo el tiempo. En fin, las partidas estaban muy bien montadas, porque usaron varios complejos que tenían varias aulas, y en las diferentes aulas se llevaban a cabo distintas partidas, todas ellas con aire acondicionado, algo muy a tener en cuenta. Y todo empapelado con carteles.

En cuanto a la partida Muerte bajo el Hielo, estuvo bastante interesante, aunque algo típicona. Grupo de militares en un futuro post-apocalíptico que tenemos que viajar a una base con la que se ha perdido el contacto, recuperar info y de paso matar todo bicho viviente. Debido a mi aptitud especial Amabilidad, me quedé con el Musculitos de SAB 8 INT 9, que pegaba disparos del carajo y poco más. Tuve un grupo de cuatro compañeros bastante aceptable, aunque tengo que decir que el nivel de interpretación real de estos fue nulo; al princpio, intenté enfundar algo de personalidad a mi PJ realizando gestos como fumar, escupir, hablar gruñendo, chuleando a los demás salvo a mi cabo...pero luego ví que la cosa en la partida no iba por ahí, de manera que tuve que doblegarme a la evidencia y rolear de forma más light: eso sí, todos pasamos un buen rato y aunque no había un carácter concreto por parte de los jugadores, todos hablábamos como nuestros personajes y eso me dejó con una media satisfacción. Eso sí: al lado nuestra se jugaba una partida de Inocentes que era, simplemente, flipante: ¡menudo nivelazo!. Truco (en la descripción de las TdN, no conozco su auténtico nombre) hizo una buena tarea de dirección, describiendo, arbitrando de forma profesional y yo diría de Máster que lleva media vida metido en este tipo de fregados: se notaba que la partida era una prueba, y como luego pude hablar con él, primera parte de una trilogía; a ver si finalmente se anima a publicarla en el blog de Nosolorol, porque me pareció una partida excelente para jornadas. Además, me dio la ficha como recuerdo. Espero coincidir con él en otra ocasión. Por cierto, que algunos pensábamos que era catalán y resultó ser asturiano:¡vergüenza andaluza no saber distinguir los acentos del norte!

Bueno, poco más me queda que contar salvo lo que más me alegró de todo el día: me encontré con Ricard Ibáñez y, armándome de valentía, le pedí una firma en mi manual de Aquelarre y una foto, a lo que se prestó sin problema alguno: fue muy amable y cercano. ¡Gracias, Ricard! Como ya le dije, mientras que para muchos chicos una firma de su jugador de fútbol es algo impresionante, para mí lo es de un creador de algún juego de rol que narro con asiduidad y del que disfruto. Me alegra ver que los autores roleros son tan cercanos; son personas como todos, pero macho, a veces no puedes evitar maravillarte teniéndole delante tuya.

El de la derecha, todo felicidad, yo.

 Tras esto, nos fuimos todos, algunos con más pena: lo que me costó marcharme, macho. Aún más porque la última media hora estuve dando vueltas por todos lados buscando a Pedro, pero ese sitio es lo suficientemente grande como para no encontrar a alguien en concreto. Me quedé con las ganas de charlar un ratillo con él, pero para la próxima imagino. Tampoco pude ver a David Cabal, de Ed. Sombra, pues cuando marché al stand había ido a cenar; lo mismo me pasó con los chicos de Dracotienda, con Bester de Brainstormer, al que no conozco en persona y era fácilmente comprensible que no lo reconocería. Tuve la suerte de ver a muchos con su chapita de Comunidadumbría, entre ellos Eban, al Señor Supremo de Homoludicus, y en definitiva, a todo un elevado número de roleros venidos de todas partes de nuestro querido país.

Fue una experiencia fascinante: creo que el artículo destilado una ilusión que ralla la flipadura, pero os aseguro que era así como me sentía: será que alucino con poquísimo (algo verídico) pero para personas como yo que llevamos mucho tiempo dirigiendo, que nunca hemos tenido suerte de asistir a estos eventos y ahora los conocemos (y organizamos), todo lo nuevo sorprende. Aunque si tengo que decir que creo nunca me acostumbraré a esto: siempre disfrutaré de tantos dados rodando, tantos jugadores, tan buen ambiente, tantas fichas con lápices, juegos de mesa, personas que compartimos aficiones  y que nos unimos ante un denominador común: pasar unos días especiales.