martes, 23 de agosto de 2011

I Jornadas de Rol y Juegos de Mesa de Huelva (IV)

Creo que ya me queda poco más con lo que molestaros respecto a las jornadas. Hay muchas cosas que me gustaría comentaros, pero mi tiempo es efímero y el vuestro debe ser aprovechado en actividades más lucrativas que leer estas palabras.

En este caso, me gustaría apostar por las dificultades de conseguir una dotación económica para la celebración de un evento de este tipo, y más en estos momentos. En nuestro caso, hemos optado en esta edición por irnos de valientes y salir a crear las jornadas con presupuesto 0: así es, nos la hemos arreglado en un ejercicio de humildad absoluta para no gastar prácticamente nada en la dotación de las mismas, dependiendo exclusivamente de las editoriales y tiendas que nos han apoyado para brindaros los premios y demás cosas que tendréis los visitantes por allí. Sin embargo, nuestra intención a través de la tómbola y la venta de bebidas, algo fundamental, redunda principalmente en recuperar la inversión que ha hecho la asociación en la compra de las mismas y demás materiales. Sí, la que se ha gastado dinero es la asociación, pero si tuviese que cuantificar cuánto, diría que no pasará de 35 euros.

35 euros. Con eso hemos montado todo lo que los asistentes podréis ver el fin de semana. Es cierto que no es algo tan impresionable como ver carteles de las jornadas cada metro andando como en otros lugares, pero el esfuerzo personal que estamos realizando bien creo merece un aplauso. Ya habrá tiempo para ello. Los que juzgarán finalmente como ha quedado la cosa serán los que vengan a ver que tal está todo; estoy deseando conocer las sugerencias que nos ayuden a mejorar incluso antes de empezar, aunque posiblemente una de ellas sea exactamente la necesidad de invertir más en las mismas.

El problema viene derivado de una falta de fondos por parte de las administraciones públicas para dotar estas actividades. Sinceramente, decidimos no contar con el Ayuntamiento de Huelva para esta ciudad, pero estaba clara su negativa. Su endeudamiento es lo suficientemente alto como para salir en las noticias y permitirnos no hacernos ilusiones. Con la Junta de Andalucía simplemente llegamos tarde a la subvención, aunque dudo seriamente que nos la hubiesen concedido.

Es muy complicado que alguien subvencione este tipo de eventos con dinero. Que te den pasta para cosas, vamos. Imagino que esto es algo que solo se proporciona a aquellos que tienen un caché, y son pocos los que se benefician de la misma. A nosotros, plim. En muchos de estos casos he podido averiguar que la ayuda de la administración pública viene dada por el préstamos de sus instalaciones, algo que ya supone un adelanto. Si nos sale bien, y el año que viene vivimos una segunda edición, apostaremos con nuestro mayor o menor éxito para conseguir un lugar mayor. Lo del dinero es un asunto polémico. Pero es necesario para complementar y mejorar.

Decía que hemos realizado un ejercicio de humildad y pobreza loable. Nuestra apuesta es la sencillez. Las cosas complicadas y terriblemente complejas a veces abruman. Queremos que se vea algo sencillo, simple: que sea directo. Que no tenga florituras. Simplemente, una visita por el lugar se haría en cinco minutos: allí se encuentra todo bien claro. En un lado, las partidas de rol; en otor, los juegos de mesa; en otro, la barra con su sala de descanso; y luego, una mesa de información. Hay espacio fuera del edificio para sentarse y relajarse. Fin. No tenemos enormes salas, ni cincuenta aulas: no las precisamos, pero también apostamos por transmitir lo que realmente somos: gente pequeña que busca hacer algo grande. Lo que salga es algo que se valorará luego.

No quiero dejar pasar la oportunidad para comentar que, si bien es un ejercicio de humildad, esto tiene unos límites. Nuestros colaboradores, doce, son una muestra clara de lo que nos hemos movido, sí, pero más aún de lo que han apostado por nosotros: ellos han dado forma real a nuestro proyecto, a base de la entrega de todo tipo de materiales para premios y para sortear. Ellos nos han proporcionado esa base sobre la que trabajar. Sinceramente, me siento profundamente agradecido a todos. Nunca contamos ni en nuestros mejores momentos con una docena de empresas que apoyasen nuestra causa. Gracias a sus donaciones esto es posible, pues como bien decíamos, este tipo de eventos han de tener una sustancia, algo material y visible que les proporcione protagonismo; actividades que resulten atractivas. Es menester nuestro estar en deuda con ellos. Me apena no ver ninguna tienda físicamente en nuestro evento, pero será algo que mejoraremos con el tiempo.

Ya dije que comenzamos pequeños y aquí seguimos. A falta de una iniciativa pública que apoye este tipo de causas, son las entidades privadas las que muestran su mejor cara. ¿Casualidad? No. Pero da que reflexionar.

1 comentario:

  1. Está claro que las ayudas por parte de los ayuntamientos es algo complicado ahora mismo, salvo que os den lugares físicos.

    Mucha suerte y que hagáis más jornadas en el futuro.

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