Rumbo a las II Jornadas de Rol y Juegos de Mesa de Huelva (II): Atrayendo nuevos asistentes

Nueva entrega de esta serie de artículos que no son más que pequeñas reflexiones y avances que van surgiendo en torno a la configuración de unas jornadas de rol y juegos de mesa. Podéis leer la primera entrada  aquí

Ahora mismo estamos bailando con las fechas. Habíamos pensado y ya casi confirmado que serían 4, 5 y 6 de Mayo, pero nos hemos dado cuenta que eso sería, si los hados nos maldicen, una locura, pues tenemos tres semanas antes con mucha posibilidad tres salidas a eventos diferentes, como son Sevilla, Jerez y el Salón Internacional del Cómic de Huelva. No hay tiempo material para prepararlo todo, de forma que darnos una semana no sería una idea tan descabellada. Para la semana que viene estoy casi convencido que os diremos las fechas ya definitivas, pues tampoco depende exclusivamente de nosotros, pero de momento dejamos las ya anunciadas a falta de hablarlo y planificarlo del todo.

Mientras tanto, e inmerso en los proyectos de esta nueva edición, la Junta Directiva se planteaba, como comité organizador, la forma de atraer nuevos asistentes a nuestras jornadas. El año pasado tuvimos más de trescientos asistentes, rebasando lo que habíamos estipulado. Eso para nosotros implicó un grado de éxito notable, pues las fechas fue lo primero que nos decidimos a cambiar, teniendo en cuenta que en esas cotas veraniegas muchos andan de vacaciones. En esta ocasión, creemos que el hecho de situar las jornadas en un fin de semana más común implicará la asistencia de más asistentes, aunque me resisto a pensar que esto sea así del todo. Es complicado, sobre todo para los que vienen de fuera, plantearse asistir a Huelva inmersos en sus rutinas laborales o académicas, de forma que hasta que no encontremos la tecla en un fin de semana como Semana Santa, temo que la cuestión se complica. Vamos a probar con un fin de semana de Mayo, con la idea de obtener un registro nuevo para futuras posibilidades. En todo caso, las fechas deberían ser suficientes para, al menos a nivel provincial, atraer una mayor masa de participantes. Valga esto para zonas aledañas de Sevilla, Cádiz o Córdoba, algo que nos faltó el año anterior.

Considero de vital importancia, para atraer nuevos asistentes, ofrecer aquello que ya tuvo éxito. Por tanto, muchas de las mecánicas que ya tuvieron éxito serán repetidas, conteniendo esto un mayor espectro de torneos de juegos de mesa, ampliando los mismos y potenciando la apertura de estos a las familias. Nuestra idea con los juegos de mesa, que son más asequibles a la hora de presentarse a todo tipo de públicos, es precisamente eso: ser un escaparate de ocio para el jugador hardcore (si es que existe este) y para la familia en su conjunto. El año pasado tuvimos varias, e imagino que una buena difusión hará delicias en ello: es nuestra cara A de las jornadas, que unida a la propia inmersión de los pocos videojuegos que dejamos, plantean una larga lista de posibilidades: desde que el padre aficionado al rol deje a su hijo jugando y disfrute de una partida de rol, como que haga lo mismo con los juegos de mesa. De ahí la importancia de tener un pequeño rincón para que los más chicos pasen un buen rato.

Y es que no hay que engañarse: entiendo las perspectivas que ofrecen muchas personas acerca de la necesidad de concretar el significado de un evento, dirigiéndose a una cosa u otra concreta. Yo no creo en eso, aunque lo respeto. Si podemos ampliar el espectro a algo más general, ¿por qué no hacerlo? La atracción de nuevos aficionados a determinadas cuestiones puede arrastras a otras. Estas jornadas deben estar previstas para todo tipo de público, y aunque esto es difícil y tenemos que eliminar segmentos de futuros asistentes, generalizar tampoco es algo que, en su justa medida, se antoje negativo. Pensar en el núcleo familiar como asistente a un evento de ocio lo posibilitan los juegos de mesa, y puesto que en Tierras de Fantasía también somos de eso, explotar esa vena se nos antoja fundamental. Y para ejemplo  y alma máter, las jornadas de Sevilla, que imagino conoceréis.

Pero el rol es diferente. Aquí viene la cuña más interesante. He comentado que la continuidad se antoja la máxima principal en estas segundas jornadas, y en el rol no podía ser menos. Pero nos gusta concretar. Las jornadas de rol de Huelva son para el jugador que ya conoce lo que es el rol. Que ha dirigido, jugado, o que al menos, tiene una noción de lo que va. Tuvimos nuevos jugadores, personas que no habían tirado nunca unos dados, pero fueron los de menos. El público casi total vino a jugar a rol. A disfrutar de las partidas. A probar nuevos juegos (algo que comentaré en entradas posteriores). A conocer gente. En nuestro caso, esto se antoja fundamental: el público rolero al que está destinado las jornadas es un público que ya práctica, que conoce, que juega. No nos planteamos, de momento, que estas se antojen para nuevos jugadores: ya hicimos el Verano Friki en julio del año pasado junto al Ayuntamiento de Huelva con ese objetivo. Es este también un reclamo para el jugador que duda si acercarse o no, sin saber que va a encontrar: al menos, en esta edición, aumentaremos el número de partidas de rol en mesa. Pero también de rol en vivo. El año pasado tuvimos un par de estos y fueron un auténtico éxito. Cada vez estoy más convencido que esta es la tónica general, y aunque disfruto sobremanera con un buen rol en mesa, resulta en muchas ocasiones más atractivos lo segundo.

Ello nos lleva las novedades que presentamos este año, y con la que buscamos renovar y corregir aspectos que el año pasado se nos fueron: aumentar el número de partidas en rol en mesa y rol en vivo para satisfacer la hipotética mayor demanda de visitantes que tendremos: no pasa nada si todas las partidas no se llenan; es lo más común en unas jornadas (que me lo digan a mí y Haunted House en Sevilla el sábado tarde). Pero tener un catálogo de partida atractivo puede hacer que algunas personas se animen a darnos una oportunidad. Por ello, mezclar aquellos juegos de siempre con los últimos lanzamientos se nos antoja fundamental (algo que ya conseguimos el año pasado). Además, la presencia de algunos autores nos supondría un plus envidiable, aún dado lo complicado de esto debido a nuestra localización geografica y temporal. Pero no desistimos y, claro está, invitamos a estos a que acudan a mostrar sus productos. No me cansaré de decir que Huelva es un territorio inexplorado, y lo digo por experiencia propia. Muchos jugadores aquí que no compran o consumen porque no conocen, no por ganas. No hay tiendas. No hay consumo más que el virtual. Las editoriales y tiendas en breve tendrán nuestros proyectos, pues que acudan también genera confianza sobre el asistente. Sirva esto para el rol y los juegos de mesa. Con ello, vamos a intentar disponer de otro marco de actividades que nos den una mayor amplitud de miras, como será la realización de algún tipo de conferencia el viernes, así como cursillos, debates y algunas cuestiones que estamos tratando, y que también se nos antojan necesarias y sugerentes. Nuevos concursos que complementan a los ya establecidos que seguirán, y alguna cosilla más.

Pero no es necesario innovar tanto: en unas jornadas de este tipo, la gente sabe a lo que viene, porque a lo que se viene es lo que gusta. Y lo que gusta no se debe cambiar. La innovación se debe realizar en pequeñas cosas, pues la identidad de unas jornadas se basa en una oferta de actividades concretas y generales, comunes a todos los eventos del mismo tipo. Si ya gustó, hay que dar más de eso. Los cambios vendrán poco a poco y matizarán cosas que faltaban. Y permitidme, como despedida, hablar de algo que nos ha hecho grandes allá dónde marchamos: la calidad humana. Algo tan importante se antoja aún mucho más en los comentarios positivos que recibimos: somos todos jóvenes, nuestros asistentes nos doblan en tantas ocasiones la edad que ya es algo común, y ello puede generar desconfianza. Pero si el mayor de nosotros no tiene ni 25 años, ¿implica eso que somos más desastres o menos responsables? Para muchos, sí, y lo comprendo: pero el grupo que trabajamos esto nos esforzamos día y noche en que todo salga bien, y aunque entendemos que ello puede echar para atrás, las ilusiones que ponemos son cuasinfinitas. Destacar en algo tan importante como la atención y la disponibilidad que damos nos es recompensado con la felicitación de cualquiera. Al fin y al cabo ¿no hacemos esto para que otros lo pasen bien?